Un número de personas mayor del que yo habría podido
imaginar me manifiesta su interés, o su curiosidad, por los motivos de mi
ausencia en los “fastos” que se celebran por este aniversario. Este comentario
en el “blog” del Hipocampo de hoy puede, quizá, aclarar la cuestión.
Por otra parte, los integrantes del trío residual y
cantor, que ahora supongo “CAG”, seguro que no me olvidan, abocados sin remedio
en el escenario a acogerse al respaldo de Sólo
pienso en ti, Señora Azul, Linda prima y
otras, todas creaciones mías, como tantas que estrené con su concurso cuando
militábamos en aquella frágil y calamitosa sociedad, in illo tempore, y que les ayudan a seguir en esa brecha que, por
lo visto, a nadie (los españoles benéficos de nuestra veterana Constitución) le
resulta cansina. Todavía.
Mucha hambre hay que tener para seguir royendo el
costillar de una pieza cobrada, tantos años atrás. O mucha fijación nostálgica.
O mucha vanidad para intentar hacer de la efeméride mayor acontecimiento, y más
ruidoso, que el hecho en sí.
O puede que repetir lo ya resuelto sea la escapatoria
cuando no tienes nada nuevo ni mejor que ofrecer. ¿Cabe algún otro motivo para
esta enésima reedición, para este limón compulsivamente exprimido?
Las reposiciones suelen tener algo de mariposas
disecadas, de signo (a tener en cuenta) representativo de esta época de
moribunda creatividad.
Hace mucho tiempo, 40 años, de todo aquello. Para mí, con
un álbum de 20 canciones inéditas (y mejores y más maduras: si lo sabré yo)
recientemente publicado a mis expensas, esta reedición de Señora Azul (álbum
del que por supuesto no reniego, siendo yo precisamente el autor y compositor
no sólo de la Señora Azul del título sino también de otros temas y letras hasta
sumar el 50 % * de todo ese repertorio; y asumidas y padecidas las evidentes
desigualdades, la cuota de rémoras internas, banalidades pueriles y otras
encantadoras facetas del conflicto llamado C.R.A.G.), esta reedición, repito, que
se hace ahora sin mi participación, ni mi objeción ni mi aprobación (ninguna de
las tres preceptiva, fuera de la cortesía que los impulsores del proyecto no se
han molestado en ejercer) tiene mucho aire de narcisista e innecesario
anacronismo; de mausoleo con mármoles funerarios.
Conozco la industria discográfica desde hace casi medio
siglo. He sido testigo, y víctima, de su ignorancia musical, de su histórica
frialdad y de su desentendimiento, de su incomparable apatía y de su ulterior decaimiento
económico. Así que doy por sentado que la iniciativa de esta movida parte de
instigadores interesados, con nombres y apellidos, y no de la inerte empresa
heredera/fagocitadora de aquellos distantes, románticos e ilusos orígenes.
Supongo que, al menos, esas criaturas obtendrán los
réditos tan ávidamente ansiados.
*Por cierto que observo (en la información de carpeta,
concretamente en el sobre interior que reproduce las letras de las canciones)
una diferencia con la edición original que pueden constatar quienes conserven
aquellos legendarios ejemplares. Y para que los recientes aficionados que se
incorporan a estas arqueologías no puedan desorientarse, se hace saber:
Que la firma abreviada y algo inexplicablemente elusiva R. García que naturalmente aparece en
la mayoría de los títulos del repertorio es exactamente la firma Rodrigo (el mismo, genuino, esencial) García que consta, y con todos los
derechos, en la correspondiente información de la edición príncipe.
Un desliz inocente,
habrá que suponer.
La autocomplacencia no es virtuosa; la precisión, al
menos, puede que sea recomendable.
Yo solo puedo añadir que, como dice aquel himno: "Rodriguista" seré hasta la muerte. Y agradecerte ese 50% que le dio tanta personalidad al álbum.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz aniversario (aunque te pese).
Para mí lo mejor de celebrar este cuadragésimo aniversario es que me ha hecho recordar que una vez tuve 15 años y "Señora Azul" para mí no era la crítica, sino aquella Mavi de pelo dorado...
ResponderEliminarPor lo demás llevo un tiempo metido en la degustación del "Rodrigo V..."
y, una vez más (y las que haga falta), me descubro, querido maestro.
Al final, la socarrona cita "déjalos que se labren su propia ruina" se convirtió en dolorosa verdad. Incluso, en aquel maravilloso concierto de la Galileo, parecía la cosa atemperada, pero no. En todo caso, presumo de tener el disco original con las cuatro caras firmadas y sigo disfrutando de la última joya, del Rodrigo V.
ResponderEliminarIncluso para los que como tu dices, tenemos cierta fijación nostálgica, lo que queremos no es una vuelta al recuerdo, sino una puesta al día, sacar a la luz todos esos temas inéditos que sabemos tenéis, pasarlos por el filtro CRAG y crear esa magia que intuimos todavía sigue ahí. Ese es nuestro sueño.
ResponderEliminarHola Rodrigo. Tienes mucha razón. Yo, seguidor enfermizo de CRAG, ya estoy un poquito cansado de la Señora azul y la madre que la parió (en una forma de hablar, ya sabes...).
ResponderEliminarAdemás no me apetecía pagar los 12 euros de la entrada. Luego se critíca a los cantantes que no paran de cantar siempre las mismas canciones prehistóricas y no se arriesgan a sacar temas nuevos. En fin.....que tienes razón, y por cierto, tu trabajo de "El Jefe" fué y es una maravilla.
Un abrazo
juanluismvarona@hotmail.es
Maestro. ¿Habría que dejar de reeditar el Quijote? Tengo una hija de 20 años que os acaba de descubrir. Y espero que mucha más gente de las actuales generaciones lo haga. Vosotros, como Vainica Doble, como Hilario Camacho, como algunos más, habéis hecho un trabajo que no merece el olvido. Y cuando digo vosotros, me refiero, fundamentalmente a Rodrigo y Guzmán. Adolfo y Cánovas, que me caen bien, lo mismo que los hermanos Martín, de los que no se gran cosa, no son, ni mucho menos, tan importantes. La pena es que esa sociedad de la que he hablado se haya roto. Pero, no. No hay que considerar obsoleta jamás a una obra maestra. O eso pienso yo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Rafael Alba.
“Algunos suspiramos pensando en buenas reediciones de los grandes clásicos del pop español: ¿imaginan, por decir algo, un ‘Mediterráneo’, un ‘La ley del desierto/La ley del mar’, un ‘Señora azul’ en cuidado formato ‘deluxe’?”
ResponderEliminarhttp://www.efeeme.com/el-oro-y-el-fango-cuando-la-nostalgia-es-el-negocio/
Y extrapolando, valga mi particular homenaje a "nuestro problema", esa bellísima canción perdedora y escondida en el álbum. Me fascina, pues refleja esa inestable manera en que se producen las relaciones humanas.
ResponderEliminarTotalmente deacuerdo con la contundente opinión del profe Rodrigo.El, de forma premeditada, deja entrever la permanente tormenta interior que yo personalmente intuía en el seno de la formación: no es normal que tanto talento aglutinado, durase tan poco y su repertorio tan escaso.
ResponderEliminarSiendo honesto conmigo mismo ( tengo ya una edad que el pasteleo me empalaga ) Rodrigo está un paso creativo por encima de los demás, no en sus voces que tanto admiro. Sin embargo, con la cantidad de "musiquillos" o cantantes de garrafón que hoy viven del cuento, considero justificado que si estos MUSICOS pueden sacar una remunerción que les ayude a sacar la cabeza, bendita sea. Porque como dice la fábula:.."comen las migajas que otros han tirado".
Mi admirado Rodrigo.
ResponderEliminarDespués de leerte detenidamente, hay cosas que no entiendo.
Las canciones que se hacen grandes e icónicas, se convierten en canciones que pese al paso del tiempo, siempre serán cantadas y escuchadas. Que mejor forma de disfrutar de ellas que oírlas de sus propios autores y/o interpretes.
Cualquiera que este a este lado del disco, le gustaría ver una y otra vez a C.R.A.G interpretar los grandísimos temas que llenaron sus escasos discos, independientemente de quien los haya escrito o interpretado. Esas canciones son parte de nosotros y entiendo que para eso fueron compuestas.
Hay alguna otra incógnita que nunca se resolverá; que hubiera sido de las canciones que comentas son el 50% del disco Señor Azul o de todos los discos de C.R.A.G., si no hubieran sido cantadas por el otro 50%. ¿Sería Señora Azul lo que ha llegado a ser sin las voces de Guzmán y Cánovas?, ¿Cuándo se escriben canciones, con sus armonías para ser interpretadas dentro de un grupo, no se componen pensando en los interpretes que la van a defender?.
Yo estuve en esta presentación y estuve en la de Gran Reserva hace 10 años. Pensándolo detenidamente, hubiera preferido haber disfrutado del 100%, pero aunque se te echó de menos en Galileo, la sala estaba a reventar. Todos los que estábamos allí, sabíamos que no estarías, pero allí estábamos, disfrutando como adolescentes del 75% de C.R.A.G.
Desconozco los motivos que os han llevado, tanto hoy como en el pasado a la separación. Respeto tu decisión de no estar, pero, quieras o no, allí estabas, con tus ex compañeros y con el publico de C.R.A.G.
Un abrazo y si te he ofendido en algo, espero que sepas disculparme.
Querido y admirado Rodrigo, recién llegada a este rincón de otra parte de ti, y tras leer los festejos de tu señora azul, solo puedo darte mi humilde opinión de oyente agradecida, la calidad no caduca. Y dicho esto, es obvio que tampoco tiene fechas, ni aniversarios, ni necesidad de celebraciones, aunque puede que no lo vea asi quien tiene en su vida un antes y un después, razón suficiente para marcar un "homenaje" con el homenajeado ausente. Tu estas por encima del oropel y vanidad, y en ocasiones esas no son las mejores compañías para este camino, aunque sin duda hacen a quien prescinde de ellas, autentico. Y eso, querido mio no lo puede ocultar nadie, aun estando ausente. Bss Sylvia
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