miércoles, 31 de agosto de 2022

La electricidad, al galope

 

¿Y qué era eso del tope al gas, con tanto pecho que sacaban nuestros idiotas para lucirse, arrogantes, con ese truco? Y ahora, en la factura, ¿qué significa eso de la COMPENSACIÓN A LAS GASISTAS?

Cuando “occidente” (sobre todo Europa) se subió a la parra de pretender energías limpias, o sea de diseño y lujo, carísimas, y que además urgía y que había que renunciar a todo lo que contaminara (carbón, petróleo, nucleares, etc.) ¿nos dijo algún “iluminado” de esos que nos mandan que el farol empobrecería a las generaciones presentes con el señuelo de dejar impoluto el planeta a las generaciones futuras?

¿Y a qué futuro llegaremos, si llegamos, con este presente de ruina?

Ahora hablan, dicen que se están pensando dar marcha atrás en el propósito o en la atropellada e imprudente velocidad que imprimieron a su implantación.

¿En qué quedamos, cabronazos?                                                                                 

martes, 30 de agosto de 2022

Manolo Sanlúcar: a media asta

 

Así ondeaban las banderas, la otra tarde, en el ruedo de Sanlúcar.

Cuando cesó el silencio del luto y el homenaje, parecía quedarse en el aire un vacío que estará ahí, en el pueblo, durante muchas tardes todavía.

Fuerte la emoción, cuando muere un artista grande que tuvo por coordenadas la maestría, la inspiración, la corrección y más virtudes que cada vez sentimos cómo desaparecen.

Que no estarán los tiempos, Manolo. Y tú eras una luz con tu guitarra y tu música. (Perdóname el atrevimiento y el tuteo.)

Por lo menos, que igual en tu mudanza aún tenías ganas de mirar, el 5º novillo, magnífico, hermoso de maneras y comportamiento, brindó, al alimón con el buen novillero venezolano, una faena redonda cuyo epílogo fue el indulto y la devolución honrosa al corral; que esas cosas también conmueven, por inexplicables que parezcamos los de por aquí, ¿no? A ver.                                                                               

lunes, 29 de agosto de 2022

Sobre mojado

 

Releo en estos días, de entre otras obras suyas, “A quien conmigo va”, de don Antonio Gala.

Por descontado, la lucidez y la puntería en el análisis; la exposición brillante y amena; la elegancia y riqueza del lenguaje; los matices de fino humor emboscados, envueltos en una ironía deliberadamente “redicha”; las verdades contadas con sentimiento. Con ganas y con admiración, mucho aprendemos de este escritor.

Y con pesar (la edición, Planeta 1994) comprobamos que los temas (los problemas) acuciantes permanecen o, peor, han ido creciendo.

Hasta este 2022. Las perspectivas de futuro (el que viene) no son más alentadoras, al contrario.

Y no hay derecho a que nos rompan los sueños, ni lo que pudo ser y debe ser todavía algo más que un sueño. Que los culpables no se vayan de rositas.                                                                              

domingo, 28 de agosto de 2022

Tomás llama "a las puertas del cielo"

 

A través de internete (que si no es pozo sin fondo de sabiduría, puede que lo sea de información y confusiones) me llega la noticia de la muerte de Tomás Muñoz.

No pretendo, Dios me libre, ser gratuitamente irrespetuoso si, con tal nombre, no demasiado insólito, asumo que se trata solamente del poderoso ejecutivo que conocí apenas cuando de forma transitoria y apresurada fui “artista” de CBS.

Cuando Hispavox se desentendió de mí, lo cual nada sorprende, Manolo Díaz Pallarés asombrosamente me fichó para la escudería que gobernaba Tomás en Madrid y que se atrevió a publicar mis “Canciones de amor y sátira”.

Dos veces lo vi de cerca al “jefe”: una, creo, supongo, a la firma del contrato; en la segunda, ceremonioso que era él, me alabó una corbata que yo había comprado en Londres y llevaba puesta para la ocasión y me propuso hacer una versión de “Llamando a las puertas del cielo” de Bob Dylan, de quien declaro admiración y de quien admito alguna influencia que con posterioridad se ha ido desvaneciendo. Y claro que Muñoz (burócrata al fin, con la impostada superioridad displicente que confieren los altos despachos, inseguro de la calidad de mis canciones, y desde luego desconfiando de su rentabilidad comercial) pinchaba en hueso, con el autor numantino que yo era ya por entonces. Decliné su sugerencia y a poco rescindimos el contrato, con lo que debió ser cierto alivio mínimo y rutinario/administrativo por su parte.

No sé si en este tiempo deficitario quieren ascenderlo (méritos tendría) a leyenda de vaca sacra. Tenía, o le atribuyeron, una ocurrencia, un aforismo de discutible encanto: “la música no es una vocación, es un apostolado”, lo que para ser otro discográfico mercader, como todos, de nuestros sueños, ya sonaba a verborrea fantástica y apócrifa del Opus Dei.

Cabe otro panegírico, y es que a todos nos llegará el turno también de que Dios nos dé salud como descanso, etc.  

sábado, 27 de agosto de 2022

Villacarrillo, hoy

 

Tiene que ser algo innato

que tanto coraje y arte

en figura tan menuda

sólo sean una parte

que notamos de inmediato.

 

¿Novillero? ¿Dieciséis

años? Es lo que veis.

Ese zagal cordobés,

derramando esa elegancia

como sin darle importancia…

Manuel Román en el ruedo

danza un ballet donde el miedo

no parece que existiera

cuando borda la quimera

de esos lances bien medidos,

cuando se sonríe apenas

y templa y manda en la arena

bemoles y sostenidos.

 

Esa mente, ¿es de un chaval

que juega a hacer chicuelinas?

¿Es de un loco en la colina

o de un hombre hecho y derecho

y un corazón de león

que no le cabe en el pecho?

miércoles, 24 de agosto de 2022

La "modificación" del campo

 

Empachados por la artificialidad que han amontonado, los habitantes de las ciudades buscan un alivio a sus rutinas y vuelven los ojos al campo del que muchos huyeron durante ya va para más de un siglo.

Porque la vida en el campo tiene exigencias, trabajo duro, y recompensa, de saberla sentir, que las modas no entenderían por ser escasa en seducciones y oropeles materialistas.

Así que la conclusión general ha sido que, en la ciudad, el medro sería más fácil, o rápido, o cómodo; cundió la alucinación, incluso cuando la realidad escarmentaba con las evidencias de que ahí tampoco se ataban los perros con longaniza…

-Viva el casticismo.

Y que el resultado de tan sostenida, insistente y atropellada avalancha pasaba factura rigurosísima y enloquecida, como a los espejismos corresponde.

 

Vámonos al campo de vacaciones. Pero somos ñoños urbanitas, malcriados, ignorantes y nos molestan el gallo cantor del amanecer, los rebuznos asnales, el rumor, y mira si es bucólico, de los rebaños, la campana de la iglesia de toda la vida…

¿No podría cambiarse el campo, volverse una tontería Disney, un mero documentalito idiota de televisión, un logotipo turístico comodón, algo -no importa que falso, ni que imposible- que se ciña y adapte a nuestros infantilizados y memos antojos?

 

La torpeza de estos viajeros transformados en plaga invasora, en hojarasca que decía don Gabriel, no ha tenido suficiente con las playas, con la costa; se propone, de un tiempo acá, la “modificación” del campo.    

-Apaga.

martes, 23 de agosto de 2022

En respuesta

 

Inquieres, Juan del Valle, los motivos

del femenino azul de aquella trova.

Qué te diga, no sé, que satisfaga

esa curiosidad con que divagas.

¿Que era un tiempo de brujas sin escoba?

¿Que el capricho azaroso de una tarde

no se sintió cobarde y a los antojos,

puestos a todo ron, en tal remojo,

cualquier otra expresión también sirviera?

 

Aquello, ¿cómo era?

Un trasnocho frecuente; primavera

más que real, soñada, permanente;

la gente que importaba y la otra gente

que el propio ombligo hacía inexistente.

Una zozobra, un teatro en el aire

que chisporroteaba así, al socaire

de aquella logia cuando se mecía,

un día y otro día,

en lúdico vaivén de juventud.

Y a aquel ferviente y bullicioso alud

¿ahora pides motivos y memoria?

Entre los recovecos de la historia

no encuentro lisonjera explicación.

¿Un latido fugaz de una intención?

Probablemente el corazón volcaba

flechas de sobra que el carcaj guardaba

y disparaba a ciegas o a traición.                                                                             

lunes, 22 de agosto de 2022

"Señora Azul"

 

Me encuentro en Internet un profuso reguero de opiniones, explicaciones e interpretaciones de “Señora Azul” que numerosos “investigadores” y “analistas” han sembrado, cayendo a menudo en ignorancias, atrevimientos y -peor todavía- falsedades interesadas.

Para quien nada de más sustancia tenga que hacer, quiero dejar sentadas dos o tres verdades como me corresponde por ser compositor y autor único (no presumo: preciso) de la música y de la letra de esa canción; tan asombrosamente controvertida, si tenemos en cuenta el desentendimiento, el respaldo flaco, perezoso y tardío que, en principio, mereció por parte de sectores mayoritarios de nuestro público celtíbero.

Aquí hago referencia y proporciono anclaje a los que quieran salir del error y otras intoxicadas debilidades:

En Madrid, discurrí, soñé, escribí a solas ese tema y lo propuse al sanedrín (CRAG) que, con ilusa tendencia a la democracia, colegiadamente decidía el repertorio de aquel L.P. con muy respetuosas y sutiles recomendaciones de Rafael Trabuchelli. Fue aceptado y llevado a la realidad; y claro que nadie pudo anticipar (fuera del notable “gancho” de la canción y la calidad que quieran Vuesas Mercedes concederle) su recorrido y destino como “buque insignia” del grupo.

Declaro ahora (aunque no es la primera vez, qué va) que el texto es SOLAMENTE, y así lo afirmo como autor, una crítica de los críticos indocumentados e insolentes que los músicos por desgracia siempre padecemos.

Ninguna otra intención; los desorientados contumaces, ya podéis bajaros del burro de las metáforas políticas, simbólicas, etc. porque vuestra vanidad de presuntos oráculos no os bañe en un ridículo tan patoso como inservible.

“Señora Azul” lo señala: desde la barrera, ¿qué toros cree ver la fantasía caprichosa de los “enteraos”?

¡Qué calor, por favor!    

domingo, 21 de agosto de 2022

Protección civil

 

A las 9 de la tarde, las veintiuna horas, vaya, los altavoces de la megafonía en la playa difunden, con rebotes de sonido y ecos confundidores, unas palabras de supuesta y cordial despedida a los bañistas y veraneantes, hasta mañana.

Como “semos” un país que presume en lo oficial de “tendencias laicoprogres”, no redondean con el clásico y ya descartado “si Dios quiere” que tanto encrespará a rojos y ateos varios.

De todas maneras, la corta perorata es ininteligible y da pie para poner en entredicho y con guasa su utilidad de galimatías críptico, de abstruso mantra gutural.

Solapadamente, espero con regocijada ironía la tarde en que – con ese mismo sonido que nada aclara – anunciarán que “mañana soltaremos a los cocodrilos” para que el público ensimismado que alcance a descifrarlo proceda a tomar las precauciones correspondientes en orden a la salvaguarda de su integridad corporal, esquivando así un destino de cebo que nadie en su sano juicio querría asumir.

 

Estamos en la 2ª quincena de agosto y en una nueva subida de las temperaturas, por si sirviese a contrarrestar el granizo de las tormentas. Pero que conste que, unas fechas atrás (4VIII2022), aquí ya alertamos sobre las calamidades que, como un imán fatídico, atrae sobre “los españoles y las españolas” el gafe presidencial.   

jueves, 18 de agosto de 2022

Tras la puesta de sol

 

-A mí me da que a veces desvarías.

Que por modesto que tu puesto sea

en esa variopinta cofradía

de gente aficionada a los ensueños

-un poco mal quizá de la azotea-,

que insiste con empeño

en desvelarse y revolver palabras…

-¿Dices de la afición por la escritura?

-Digo que es alifafe que parece

una manía que no tiene cura.

¿Pues qué, si no, mirar las gaviotas

(a las tardes, sentado en el jardín,

dejándote llevar por el esplín),

y que te da por ir tomando notas

y sin mayor cautela

ponerte a imaginar que también vuelas

sobre la mar, a un horizonte nuevo

de venturosos aires y relevos?

-Oigo el rumor porfiado de las olas,

se enciende la luz/led de las farolas…  y

debes tener razón en lo que apuntas:

este ocaso estupendo

parece haber, por lo que estás diciendo,

muchas menos respuestas que preguntas.

miércoles, 17 de agosto de 2022

Por el paseo marítimo

 

Adelanta tu trote jubiloso

a mi insistente paso que a diario

hace ejercicios de septuagenario

a ritmo sosegado y decoroso.

(Como cualquiera de mi quinta sabe,

éste es un pulso a fondo asaz perdido

al que indeciso me he comprometido

ante el galeno que orienta mi nave.)

 

La brisa que acaricia tu melena

cuando con trote jubiloso pasas,

tras de ti, y aunque escasa,

dispersa una fragancia de azucena

o un perfume de algalia

o de odalisca arábiga y de dalia.

 

Yo juego mentalmente a componer

rimas con las palabras descolgadas

que en los maravillosos diccionarios

describen a las hadas

que adelantan mis pasos a diario.

martes, 16 de agosto de 2022

Nuestros políticos,

 

pobres criaturas, como están cansaditos de “velar por nosotros y por el buen funcionamiento de la Nación”, esta vez no han tenido energía para dejarse ver por los lugares que andan sufriendo las calamidades de los incendios, la sequía, etc.

Para dejarse ver (las televisiones, tan sumisas todas, siempre lo publican) y para, al menos, fingir, haciendo un paréntesis en sus vacaciones, que se solidarizan con los damnificados.

Rueda por ahí una explicación verosímil: que no es que sean unos frescos (y unos vampiros, a sus horas) sino que los cohíbe la certidumbre de que serán abucheados e increpados por los vecinos, y eso les resulta incómodo; aunque si se portasen bien (que no) esos mismos vecinos acogerían la visita con una gratitud y cordialidad ahora imposibles, que está la gente más que harta de teatrería miserable y promesas siempre incumplidas.

 

 

Nota a pie de página: no sé bien si ésa era la de cal o la de arena. Sed pacientes, que mañana Dios mediante, daremos curso a la que no es hoy.                                                                         

lunes, 15 de agosto de 2022

Nublado transitorio

 

-Hoy, para remontar

el conveniente vuelo,

cuesta batir las alas

de la imaginación;

cuesta que el corazón

dé un plazo a los anhelos,

repintando las galas

de rosa o de salmón.

Hay que quitarle lastre

a este cajón de sastre,

de pereza y ruina,

cansancio y decepción.

Que aunque concluya el humo

que los incendios dejan,

será el mismo pregón

en la antigua calleja.

-Es decir, ¿que Europa

nada y guarda la ropa?

¿Que no hay orquesta buena

para esta partitura

y para esta conjura

que a nada sano suena?

¿Y este caleidoscopio

de la modernidad?

-Parece, la verdad,

que es de lo más impropio.

-No tienes fino el día

y buena falta te hace…

-Mañana volveré con los disfraces

para recuperar la fantasía,

con el permiso de la autoridad,

si el veleidoso tiempo no lo impide,

ni alguna inédita fatalidad.

sábado, 13 de agosto de 2022

La perversión de las grandes palabras

 

Paciencia, solidaridad, sentido cívico, esfuerzo compartido.

Cuando todo eso se utiliza para acostumbrar a las gentes a la resignación, a la mansedumbre y, poco a poco, a un nihilismo paleto…

Quieren sujetarnos, amedrentarnos con la propagación de falsedades que groseramente mezclan con asuntos reales; quieren fomentar la ignorancia y el aborregamiento porque eso nos hace manejables, arreables, desvalidos.

Vale que los tiempos son difíciles. Pero los jefes, los que nos andan predicando, inflados de hipocresía y frases inútiles, son una mala ralea que ni siquiera se toma la molestia de aparentar que hacen su trabajo, que dan ejemplo.

¿No hay salida? ¿No se convoca un motín? ¿No cabe más que hundirnos?

Con tanto cinismo, desfachatez, infamia, ¿debemos pensar que en el Congreso hay diputados o cómo era esa palabra que ocasionalmente escribía Cervantes…?

-“¿Hideputas?”

-Puede.

viernes, 12 de agosto de 2022

Lo que nos pone a prueba

 

Cuando a través del teléfono y la distancia es imposible no conmoverse y no salir llorando, quebrada la voz, a uno y otro lado de la línea…

Era ella (tampoco vale ponerse a exagerar) la persona sencillamente estupenda, con su encanto, su carácter amable, su madurez creciente, hoy todo ensombrecido; su luz, en una injustísima extinción de “fade away”.

“Su santo”, como los exigentes trances del presente ponen de relieve, es una mezcla de nobleza y, ahora, abnegada entrega. Un tipo que, sin ser el único, porque los héroes discretos de la vida cotidiana no han desaparecido, cumplió y cumple con lo que toca, sin alardes: con valerosa y firme responsabilidad.

(Seguro que ambos merecen más laureles de los que estas prosaicas notas conceden.)

Ahí anda, luchando. Le he dicho que sólo tengo tristeza y ternura para compartir esa tremenda prueba.

Luego, malamente, tra, tra, a trompicones, hemos colgado nuestros móviles.

jueves, 11 de agosto de 2022

Posa Duarte:

 

Un gesto reposado

asoma en su cabeza de prelado

exento de cilicios y rigores

en la fotografía de “internete”.

¿Hubo tiempos mejores?

 

De buena tinta sé que los motetes

y otras piezas de extenso repertorio

interpreta con éxito notorio

en una ilustre y coral formación.

Y es que su artista y docto corazón

siempre tuvo notable inclinación

por el diverso canto y la balada.

 

Un retintín matiza su mirada

de diestro aventurero en retirada

de antiguos lances, hoy amortiguados

-supongo- por vaivenes de la edad.

Aunque, a decir verdad,

genio y figura no se desvanecen

y acaso todavía va y se mece

en un aire de popularidad.

El plano de esa imagen difumina

su resto de recursos decadentes,

su intemporalidad en la vertiente

de un clásico reloj con leontina.

 

Yermo, lejos ya queda el magisterio.

¿Y cuánto permanece

de la pintura, la vida, el misterio?