viernes, 30 de septiembre de 2022

El color de las líneas

 

Imposible saber en el comienzo qué dirección, qué duración, qué sentido, si lo tiene, este camino que (ahora sí que puede ir midiéndolo) se acerca a los tres cuartos de siglo (mucho estás durando) y a lo que con creciente evidencia no cuela desconocer.

En ocasiones, cede a la vanidad de pensar que aprendió cosas, que sabe (¿qué sabe?) esto y aquello, lo que el rodaje ha ido aportando; otras, le pueden el titubeo, la indecisión, la duda, el deslizante e inseguro pavimento mal ajedrezado de los porqués.

Ni fuerte ni débil, más que otro esqueleto con algo de chicha y piel a guisa de cobertura.

En algún sitio, alguna vez le llegó la noticia de que el pelo, o sea también la barba, y las uñas prosiguen su crecimiento luego. Le parece una conclusión de envoltura medio esotérica cuyo radical y voluntario desmentido, cuyo impedimento “de libre elección” (como si fuera un Capricho de Paganini para violín solo, en un examen de fin de carrera) será una incineración “como Dios manda”.

 

Deambulando por calles y piedras de lo que siente aún como “su” Sevilla, ¿es este contacto con la tierra personal lo que remueve en el cerebro, ese escondrijo de anaqueles laberínticos, el color de estas líneas desconcertadas?                                                                                           

martes, 27 de septiembre de 2022

La polvareda

Los melindrosos, los escrupulositos de conciencia y meapilas inversos, andan (o lo aparentan: hay mucho de sólo apariencia en ellos) preocupadísimos con la polvareda de saber que Meloni va ganando adeptos. Como para intentar, que ya se verá cómo y si la dejan, llevar el timón de los italianos, esa gente que a ratos difiere de nosotros y a ratos se nos parece, según.

Gente que, harta de sus propias “habas cocidas”, del extendido y cansino rollo fantasma de la “progresía” y sus ruinas, parte considerable ya se queda en casa y ni siquiera se toma la molestia de ir a votar. Como aquí, vaya.

 

Y curioso que aquí se escandalicen con el peligro que le atribuyen a la derecha (extrema o no), los mismos que no se asustan con nuestros comunistas, con los “entrañables” filoetarras, con los rebeldes del separatismo que, socios preferentes y exigentes del “presiSánchez”, tenemos incrustados en el Parlamento y otras áreas de decisión, y abiertamente se proclaman antiespañoles, obrando en consecuencia y sin disimulos, “pa qué”.

Fariseos, frescos de tomo y lomo, nada sorprende a estas alturas la hipocresía y la demagogia con las que “tiran la primera piedra” estos que prefieren disculpar y “olvidar” a Stalin, con tal de renegar de Mussolini. Menudos pájaros.


lunes, 26 de septiembre de 2022

Cuentistas

 

Habrá que suponer que quienes piden

el indulto de Chaves y Griñán

se quedaron tajadas de dinero

-cómplices, pesebreros-

y bien pringados y “en el ajo” están.

Porque si no, tamaña caradura

es imposible con aquel manejo,

con aquel mal olor de cerca o lejos,

reflejo tanto de tanta basura.

 

Se malversó “la pasta” de los ERE

como los jueces han acreditado;

de inmediato, se infiere

que todo ese tramposo regadío

compró apoyos y votos al contado.

 

“La PSOE” se eternizaba así

en el poder de la Junta andaluza.

E inservibles son todas las excusas

de los cobardes de pitiminí

que se creyeron en su desafío

tan chulos, tan a salvo e intocables

y ahora, miserables,

suplican “tío, páseme usté el río”.                                                                                      

sábado, 24 de septiembre de 2022

La pena mora del amor, Tamara

 

hace correr el llanto por tu cara.

Hoy es tarde de duelo y por la “tele”,

con profusión y morbo, el bisturí

de las lenguas de doble y triple filo

ahonda en la amargura de tus mieles

y ninguna puntada dan sin hilo

en Puente Genil, Lucena

y Loja y Benamejí,

testigos consternados de tu pena,

tu “blanca palidez”, tu luna llena.

 

Desdenes y desvíos de un doncel

hieren tu buen humor, joven marquesa,

y malogran tu gesto en el bisel

de un espejo que quiebra la sorpresa.

Que nadie imaginara afrenta así:

un mozo que parece un maniquí,

¿se atreve y va y te deja en evidencia?

¿Mamá no te previno con su ciencia

y hoy este mal de amores

es chisme entre señoras y señores?

 

Sólo nos cabe solidarizarnos

con este tropezón que das, Tamara;

que no para la vida de enseñarnos

que puede ser, de nuestra dicha, avara.

viernes, 23 de septiembre de 2022

¡Al tajo!

 

Aunque a Sánchez lo mejora

con poco esfuerzo cualquiera,

no es lo que se necesita

ni lo que el público espera.

Y en mitad de esta agonía

no es nada recomendable

ni fiable ni aceptable,

seguir perdiendo los días.

 

¿Son disimulo o tibieza

los planes de burladero

que, Feijóo, bajo el sombrero,

anidan en tu cabeza?

Para Tancredo tuvimos

la otra vez a Mariano

que era un sol y sombra, primo;

y si no te aclaras, esto

ya se te irá de las manos.

 

Estando el patio en tal guisa,

“sin pausas pero sin prisas”

es un lema insuficiente

que no le valdrá a tu gente.

Alberto: ponte las pilas,

“aviva el seso y despierta”

o tu historia estará muerta

como augurio de sibila

que apunta pero no acierta.

jueves, 22 de septiembre de 2022

Añoranzas

 

Si la suerte o una marrullera habilidad mercantil de la que carezco me hubieran vuelto un exitoso músico millonario, lo habría sido manirroto de los coches.

Innumerables sueños inspiradores, legión de modelos deseados; una nave industrial como garaje para una colección creciente de antojos. Quizá un riesgo de trastorno mental y un vicio con, lo menos, polémica virtud.

 

-Menos mal que no llegaste a toda esa sobredosis vertiginosa.

-No digo yo que no, por otra parte. Y sin embargo, sin subirme a la parra ni divagar por las galaxias inalcanzables sino en las tiernas entretelas del corazón, conservo el tirón que la firma Opel, más modesta que rutilante, me ha ido proporcionando ocasionalmente.

- ¿A qué modelos te refieres, tú que eres invencible subjetivo?

-Al Monza de finales de los 70, casi 80, que vi cerca de la SGAE en Madrid; al Speedster que visité, tras arduas pesquisas, en cierto concesionario por General Ricardos, año 2000 o así; al GT descapotable (2ª generación) que perseguimos Maritere y yo, girando en redondo, al lado del ya extinto Hotel el Jardín, algunos años atrás. Al más guapo, de líneas curvas, al GT de 1969 que tuvo el esotérico Jiménez del Oso.

-Y a “la Sardina”.

-Que me sedujo de inmediato, sin remedio, y de la cual fui prendado y satisfecho propietario: aquel Manta del 83 que con Irene, conmovidísimos, llevamos respetuosos al desguace cuando correspondió, quince o más años después. No todos los amores se olvidan.

-Dius bé.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

La virtud en el vicio

 

A la casual, fortuita indicación de Paco Martín, cantautor de pro que, hasta donde sé, anclado continúa en sus vastas dehesas, debo este acercamiento a Almotasim, esta que fue inesperada experiencia y ahora tiempo ha que se inscribe con honor en mis hábitos predilectos.

En este “blog” que tan teñido anda de los colores con los que se nos relata el mito de Sísifo, ya se ha hecho seguramente mención y aun elogio de ese suculento agente del colesterol que llaman CACHUELA IBÉRICA.

Desconozco los ingredientes que conforman su cautivadora fórmula; es más, con humildad declaro que, fiado de los orígenes quizá ancestrales que le dieron curso, ninguna objeción osaría oponer, ni insolencia con la que investigar siquiera -que a todas luces es curiosidad ociosa y aun sobrante y quedar debe a los entendidos- el arcano de su conocimiento.

Lo que sí llama mi atención (y mi devoción) es este echar de menos su concurso a la hora del aperitivo, como si su reclamo al paladar semejase la adicción que otras sustancias se dice que procuran, volviéndose imprescindibles.

Sea como fuere, vaya aquí mi recomendación sin ambages para quienes todavía queden por catar este convincente, atrayente, preeminente “unto” que sin alharacas se impone a tanta “ilustre” y presuntuosa vianda, de las que pasan por aristocráticas preferencias en las más vanguardistas y estrafalarias gastronomías.

martes, 20 de septiembre de 2022

De tallas S

 

Algún romántico añejo

de iluso y confuso espejo

debió pensar cierto día

-o sentir, que es más porfía-

que sin ti no giraría

el mundo que conocemos.

Y ahora vemos

que perplejo, estupefacto,

y en extremo extraviada

esa brújula cifrada,

cuando ya se desvanecen

los ruidos y las nueces

de tus funerales actos,

comprueba con desengaño

la verdad demoledora:

que no importa qué tamaño

se tiene cuando la hora

irreversible ha llegado.

Y contra todos los hados,

hoy tus restos, donde yacen

(en el féretro emplomado

que tu corrupción demora

unas supletorias horas)

se deshacen

asistiendo a que el futuro

con implacable conjuro

dará olvido a tu pasado.

 

Somos apenas el polvo

-aunque fuere “enamorado”-

que cambia de sitio el viento;

y los más nimios de todos,

los que escribimos los cuentos.

lunes, 19 de septiembre de 2022

La gran ceremonia

 

Que no se puede decir ZAPE hasta que pase el último gato; pero dudo que, en el resto de las exequias que quedan, esta gente desvíe  mucho el tiro.

El FUNERAL. Así, con mayúsculas. Majestuoso (cuándo, si no) y solemne (ídem.); más palabras: grandioso y exacto en su organización. Admirable, lo en serio que los britanos se toman sus cosas, cuánto las respetan y las defienden. Por aquí andamos diferente y hay costumbre de resolver el descontento y los desacuerdos con una mezcla de cafrerío y mala educación que es lo que les da juego a nuestros díscolos y “reformadores”.

Para no sufrir en las emisoras comerciales a los papagayos de siempre, bocazas ridículos de la opinión con ínfulas de protagonismo, me quedé en la TVE 1ª, para que la cosa, en lo mollar y detallado, correspondiera a la intachable realización cuya señal directa nos facilitaron los interesados.

Claro que presumen de sus marcas: Bentley, Aston Martin, Jaguar, Range Rover… ésos eran los vehículos para la ocasión.

Así que el funeral, cuando las gaitas, los escuadrones, los uniformes militares y el armón demostraron sabiduría y entrenamiento de hermoso ballet marcial, se encontró entrando a las puertas de la Abadía que, con todo y ser de la iglesia anglicana, algo cismática de suyo, se mostró perfecta de vitrales, ojivas, lámparas, columnas y enlosado. Y entonces, en presencia y asistencia de los poderosos del mundo, o de su más vistoso ramillete, tomó el clero el mando de la pompa, el boato, la música de órgano, del coro (¿no hay niñas ahí?) que sugiere, con la mágica y seductora y sobrecogedora liturgia del cristianismo, trade mark, que la importantísima difunta ya se aproxima a los ángeles que rodean a Dios, y en Su Presencia pueblan sus escenarios visibles, y aclaman con sus cánticos y preces Al Que todo lo puede y ante Quien todo cede y se inclina.

No hay espectáculo que supere esto, años luz por encima de cualquier cosa que la “tele” ofrece y queda estrepitosamente pobre y hortera, en comparación. A señalar la acústica, la resonancia al parecer natural de ese templo donde las fanfarrias heroicas de los heraldos trompeteros trasladaron nuestro oído a gestas pasadas.

Ahora, revisad minuciosos las imágenes, los videos, porque no creo que tuve una alucinación, alguien más debió verlo:

Sobre el féretro (corona, globo imperial, cetro) tarjetón en cuya esquina, deslizándose por el borde, me pareció ver el paseo discreto y fugaz de un insecto, probablemente egresado del ramo de flores. Un instante apenas, visto y no visto.

La desmesura entre su viviente insignificancia y el nivelazo -ya arrasado- de la embalsamada Isabel nos empequeñece (y advierte de escarmientos) a todos.

Que sí, que sic transit….     

viernes, 16 de septiembre de 2022

Happy birthday

 

La perfección formal que en tu carita

con muy firme rigor has modelado,

¿qué le pone y le quita

al fondo de tu alma, a su encofrado?

¿Tus rasgos naturales eran tales

que te causaban cierto descontento?

¿Faltaba a la princesa azul del cuento,

sobre el talento, ornato y pulimento?

Que, como espectador exento y mero,

tus acentos nunca me parecieron

escasos de equilibrio y de armonía

cuando por la pantalla te veía.

De ahí el asombro ante algunos retoques

porque no siempre todos garantizan

segura mejoría en el enfoque.

 

Ahora, en las portadas

-recepciones, saraos y embajadas-,

en tu alto pedestal encaramada,

luces tan impecable y de academia

como el mejor soneto que el jurado

de los juegos florales siempre premia.

 

Dos rostros, nuevo, viejo:

¿cuál de los dos es de verdad tu espejo?

¿Restaurando y pintando la fachada

se curan las heridas mal cerradas?

¿Es estable tu fondo, permanece

digno de un crédito que no tropiece?

Y aquí, entre tú y yo, ¿no te parece

que en cada sucesivo cumpleaños

nos seguirán quedando desengaños?

jueves, 15 de septiembre de 2022

El rubor natural

 

-¿Le darán a Griñan el “indultito”?

-Pues no me extrañaría; que Pedrito

ya tiene antecedentes semejantes

en eso de amparar las fechorías

de sus dilectos socios maleantes.

Es “uno de los nuestros”, en la estela

del cine en que Scorsese nos relata

los crímenes e infames corruptelas

de las sagas mafiosas y chivatas.

-¿Y el escándalo anejo?

-Los sinvergüenzas no tienen complejos;

y el ancho del embudo

es de un calibre tal que no hay peligro

de que el rubor natural se subleve

subiéndoles al cuero cabelludo.

-¿Y éstos son los que trinan

echándole los perros al PP?

-Son “La PSOE”, colega, el desahogo

del “y tú, más” contra el contrario logo.

-Para echarse a temblar, con estas cuentas

y esta gente poniendo España en venta.                                                                                     

martes, 13 de septiembre de 2022

Desde la terraza que por broma apodamos Titanic

 

Oro y salmón, los cielos de esta tarde

proponen un incendio simulado

con estrías rizadas

de nubes que, de un lado y otro lado,

fingen las turbulentas barricadas

de una revolución: una charada

en la que todos los colores arden.

 

En vez de músico y epigramático,

pude nacer pintor y ahora estaría

empeñado con máxima porfía

en mezclar con crisoles sistemáticos

ingredientes secretos que me dieran

el mágico esplendor de esta quimera.

 

Con una desazón obsesionada

de alquimista severo y avezado

acaso perdería la cordura

en la persecución de esa estructura

de tonos innombrables,

de tramas y de trazos y texturas

que reflejaran si posible fuera

estos oro y salmón, la borrachera

de esta sed de belleza inconsolable.

lunes, 12 de septiembre de 2022

Rumores

 

Con un mejor dominio; esta tarde se va sintiendo así.

Indaga ante sí mismo un argumento, incluso frívolo, que pudiera colaborar en el origen de esa sensación.

Sólo el calor del verano que ya pasa (los inquilinos de ambos lados ya desocuparon las casas y menos tráfico y menos transeúntes son señales poderosas, indiscutibles.) Sólo la alta temperatura lo empuja a vestir de camiseta. Vale que tiene amplia colección; y muchas de ellas, de modelos únicos con motivos seleccionados a capricho. Pero es mucho más de la manga larga, la chaqueta, propios de entretiempo, y todavía mejor, la ropa del invierno declarado, con algo de frío que puede matizar de manera creativa.

Con más de impaciencia que de verdadera propiedad, ha avanzado algo en ese sentido, que la tarde se presta, nublada, esperando por fin que lloverá, banderas amarillas en las torretas de los vigilantes, y ese paseo marítimo que le trae el recuerdo, sin que mucho venga a cuento, del viaje a La Habana que ahora no harían ya, el Comodoro y él, un poquillo impedidos de edad y ciertos achaques. Pero con la definición que entonces acuñaron, “claros, de ojos altos”, camina erguido, barajando pensares y sentires, con cadencia y braceo desde luego más moderados que el Tercio de Regulares en los desfiles, pero con no muy distinta velocidad.

Porque el Arena Café cierra los lunes, que él no lo sabía, se queda sin la bayonesa de la que anda estos días antojado.

Conque regresa y es verdad que, disolviéndose este verano, sabe que irá recuperando la cota de silencio, la familiar y algo reconfortante (sí, hay paradojas) desolación de esta playa, libre de jaleo, con el agua y el viento, esos sonidos, esos rumores, tan buenos para soñar.