sábado, 19 de febrero de 2022

Un texto con puntos y comas; y el refrán de San Martín

 

Lo incomprensible, lo inaceptable es que durante tantos años todos pudieron verte la cara de canalla, con un dejo de chulería, de provocación insolente; escucharte de seguido la demagogia verbal, los argumentos venenosos y estructurados con groseras manipulaciones; y que todos, o los más -muchos más-, dieron por buenos tus desplantes, tus maniobras mentirosas alternadas con amenazas; y, abdicando de toda inteligencia, te concedieron un crédito por demás inmerecido, mientras omitían cualquier escrúpulo que al menos hubiese puesto en cuarentena tu miserable, criminal patraña.

 

Si ahora, 20 años después, te desmontan la trama y asoma la bajeza de tus más próximos, pringados cómplices; incluso si eso lo hacen los mercaderes macarras del morbo travestido de espectáculo; si, al final y de resultas, se te tuerce más el carro y una carambola te metiese en chirona una temporadita…

¿Cómo era el refrán ese de San Martín?        

No hay comentarios:

Publicar un comentario