(De don Antonio Gala. Carta a los herederos, 1995.
Arenga.)
“…
llenos de promesas incumplidas y de palabras empeñadas. Ahí están los corruptos
de todos los partidos, políticos o no, emponzoñando el aire… Iban a tocar el
cielo con las manos, y bajarlo a la tierra y repartirlo: se han hecho uno a su
medida, a la corta medida de sus traiciones y sus mediocridades.” Etc., etc.
¿Os suena?
Toda esta gente que promete de nuevo lo que ya, tantas
veces antes, se nos prometió, ¿va a portarse? ¿Nos atreveremos a confiar en
ellos? ¿Por qué?
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