(porque me cuesta creerlo)
el canallesco exabrupto
que comentan en la Red
que has largado:
Si hasta el más desorientado
ya sabe lo inteligente,
lo provocador que eres
y cómo te “suliveya”
que te embistan y embestir,
convendrás que con cinismo
de prepotente intocable,
te has metido en un jardín
por completo lamentable.
¿Atreverte a criticar
lo que los músicos cobran,
cuando, en su fragilidad
de cigarras prescindibles,
sin respaldo ni posibles,
luchan a solas con sólo
la carta de que la gente
les aplauda, solicite
y contrate voluntaria-
mente?
Ahora os dicen la “casta”
con frecuencia llamativa.
En vuestro caso concreto,
con las leyes y el consenso
más ventajista del mundo,
arbitrarios y facundos,
decretáis el pingüe sueldo
que trincaréis cada mes.
Nadie os tose aunque se ve
(en esta obscena procura,
de dietas y sinecuras)
que el “mérito” demostrado
es inferior, deleznable,
un “pasote” exagerado
con talante formidable,
en simple comparación
con la pasta que os cae:
Frescos “cum laude”, ministro,
Podría llamaros la RAE.
Lo más conspicuo del caso
es que esa temeridad
(la insolencia que compartes
con los otros de tu sesgo)
no te deja “vert” el riesgo:
cuando ocurra lo que pase,
ni los más tibios podrán
echarte un cable y decir
sin fingir
que no era más que una frase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario