Petición de principio: nos adherimos de
forma acaso imprudente a la quizá apócrifa y nada heráldica definición
transversal que afirma que “periflú” significa, en muy concreto modo, el vicio
de afectada dicción mediante el cual se pronuncia la tersa, limpia y nítida
fonética del castellano como lo haría un extranjero con dificultades y no demasiada
formación ni parecida práctica.
Mientras que Matt Monro acaso no podía
evitar aquella masticada manera de “quizás
no pude hablar cuando debí” que parecía cantada por un abducido
involuntario de los alienígenas, no es de recibo o no tiene buena explicación
que indígenas (= nativos del país) sucumban a tan excéntricas evoluciones y
parezcan nacidos en donde sea (incluidos los
antípodas, ojo, antípodas lleva el artículo los, para nada las,
penosos aventureros del diccionario), menos en el lar patrio, con lo cómodo que
eso se lo pone incluso a los “diletantes”.
Lo comentamos, imagínense, no con
acritud sino con deprimido, aunque constructivo, ánimo.
La manía del “periflú”, que no se
arregla aunque la Campos lo convoque cada dos por tres, dilecto recipendario de
las libres preferencias de la veterana malagueña.
Porque Dalma tiene buena imagen de
maduro apuesto, un comportamiento visible cuya corrección le ha hecho merecedor
de la aceptación y el respeto de un gran sector de público, y una sobresaliente
profesionalidad. Además las facultades de su voz son tales como para recrear
esa cursilada de “La quiero a morir” de forma que parezca un tema interesante.
Cuando Sergio Dalma abandone ese complejo,
esa manía de pronunciar el español, cuando canta, como si fuera extranjero
(italiano sobre todo), y cuando no le fabriquen canciones que lo ayuden a esa
mala querencia, será con ventaja uno de nuestros mejores artistas en la música
popular.
Votamos por ello.
reflexiones como estas supongo que las hemos tenido muchas veces, sobre todo cuando se contempla el panorama musical desde lo llamado "comercial "hacia lo llamado "subterráneo". Es así más fácil toparse con artistas tele.mal.dirigidos con excelentes condiciones, ya en posesión quizá de la industria periflú; que toparse con artistas con talento no efímero en lo subterráneo, habitualmente alambicados con todo el rebumbio de esa publicidad "no comercial" o "alternativa" pero carentes de la frescura que se les supone. En todo caso, coincido con sus apreciaciones del texto. Gracias por su trabajo y feliz año nuevo.
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