-- Con una mezcla de convicción y cautela, afirman los científicos que el hombre, desde Adán o así, es más bien una estructura o andamiaje que con diverso éxito, otras veces con fracaso estrepitosísimo, actúa conducido o predestinado por factores químicos y eléctricos que a lo largo de la vida deciden sus resignaciones.
A pesar de su condición, transitoria y abocada al telón final, el hombre suele poner un ilusionado -- y acaso pueril -- empeño en "dejar huella", como si en el fondo no tuviese el papel de granito de arena que tiene: en el fondo. En el fondo del océano, o dí tú, por las dunas de cualquier desierto.
Y así vamos.
-- ¿Y la mujer?¿No "te suena" un poco bipolar?
(MARIANO: No entremos en eso.)
(El HIPOCAMPO: Todos tenemos mucho que resolver; incluso las "PORTAVOZAS".)
-- Desde Eva, o así, ha ido siendo otra cosa. Creo que ha hecho bien en remontar la fase de costilla bíblica y abrirse paso en la selva, con una firmeza y en ocasiones una ferocidad que la acreditan como un fenómeno diferente, desengáñate.
-- Ya me dirás, estas metafísicas.
-- No sé, me dio por barajar obviedades mientras, después de la ducha, estrenaba uno de los calzoncillos, clásicos/talla L, que compré el otro día en el antiguo PRYCA.
-- ¡Formidable!
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