jueves, 1 de febrero de 2018

Será esa cosa oriental

que tiene el karma o, si no, nuestro más cristiano San Martín, a quien de vez en cuando citamos por aquí, pero ya es casualidad que unos reporteros de la "tele" del máximo cotilleo (ayudados o no por el tal Comín) te hayan ido a sorprender los mensajes del telefonito, equiparando tan imprudente falta de previsión con el temerario y casi póstumo baile por sevillanas artríticas del Sr. Muñoz o con el caudaloso aunque intermitente llanto estremecido de la Srta. LaPiedra; y desatando ahí la vorágine del notición, tus inconfesadas e íntimas MENTIRIJILLAS... ¡sorprenderte precisamente a ti, tan pinturero, jaleado y totémico figurón de la "causa"!
Ana Rosa (cuyo remoto plagio siempre evocaremos con afectuosa ternura) y su equipo no paraban de felicitarse por la primicia, cruzados de la información, adalides insobornables de la libertad.
En consecuencia, despojado con crudeza y escarnio de tu máscara o careta, de tan simplona y escandalosa manera, será difícil que ahora recomiendes su uso a esos manifestantes tuyos, tan a menudo separados, o bien soldados indisolublemente, por la línea sutil que a toda velocidad suele transformarlos en plebe y luego en horda, de todo menos "pacífica": esa línea, evaporada con frecuencia, y sobre la cual posamos los más variados eufemismos con su estafadora vaselina.
¿A que sí?

Post Scriptum: han aparecido de nuevo en Facebook los textos de cuyo extravío poco ha dimos cuenta. ¿Habrá quien lo explique? 

1 comentario:

  1. Pionono abunda en que no tienes remedio, y ese afán tuyo con las novedades acabará perdiéndote. Antaño fue el bricolaje, y hogaño confiesas que andas metido en Facebook.
    Yo, en tiempos, archivé mis documentos, escritos y epístolas en un mueble metálico. Luego lo confiné todo en el disco del ordenador. Y ahora quieren los malos mengues que lo guarde en una cosa que le dicen "la nube"....

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