El andrajoso garbo en tus pisadas
y el radical desgarro del vaquero
muy otra "valentía" presagiaban;
y nos desorientaban
tu mirada y discurso desafiantes
y un como empuje de okupa sangrante.
Tampoco el arte de tu peluquero
nos planteó del todo la premisa
de que tu confortable burladero
ibas a establecer allá en Suiza.
Y aun así, con la fe del carbonero
deseamos que San Gabriel, arcángel
modere tus modales faroleros;
para que la tropilla que te aplaude,
que te sigue y te adula,
no te tome por líder que recula
y concluya al final que eres un fraude,
mero trilero embaucador con dados,
dilecta Anna de nuestros pecados.
Anarquista que muta en pija-flauta
ResponderEliminarAnticapi que fija residencia,
a razón de ser cauta,
y por rigor de la mayor prudencia,
en lugar antitético a su pauta.
¡Qué loa a tu estulta inconsecuencia!
Le parece a Pionono
que allí, tu permanencia,
tu buscado abandono,
no añade un gramo ni a tu inteligencia,
ni a la opinión que tengo "yo de tu"
¡Eres, fuiste y serás un puto bluf!