martes, 1 de abril de 2014

Como Ícaro



Demasiados días de viento de levante, nada propicio para salir con la “trike”.
El descapotable, en el quirófano, pobrecito.
Y la fiera, de revisión de los 100.000 Kms. con extra mantenimiento, sustitución del mecanismo de distribución, etc., 8 o 10 horas de taller, el caminante errante, inválido y desvalido, alma en pena que vaga deprimida por las arduas veredas de los transeúntes, arrastrado por el sino cruel, hombre desmotorizado, náufrago pleno de desdichas, perdida la fe, la energía, la brújula, las facultades y el respeto propio…
¿Se sintió así de mal Ícaro cuando, por su temeraria imprudencia, el sol inmisericorde lo derribó?    

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