Demasiados días de viento de levante, nada propicio para
salir con la “trike”.
El descapotable, en el quirófano, pobrecito.
Y la fiera, de revisión de los 100.000 Kms. con extra
mantenimiento, sustitución del mecanismo de distribución, etc., 8 o 10 horas de
taller, el caminante errante, inválido y desvalido, alma en pena que vaga
deprimida por las arduas veredas de los transeúntes, arrastrado por el sino
cruel, hombre desmotorizado, náufrago pleno de desdichas, perdida la fe, la
energía, la brújula, las facultades y el respeto propio…
¿Se sintió así de mal Ícaro cuando, por su temeraria
imprudencia, el sol inmisericorde lo derribó?
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