Se diría que casi no se ven excepciones.
De cara al zarandeo electoral múltiple que nos queda por sufrir, los políticos/payasos, espontáneamente o, más probable, asesorados por sus especialistas en imagen y campañas, bla, bla, bla, han discurrido que no hay gansada ni esperpento que no resulte útil para llamar la atención de los borreguitos que constituyen los rebaños correspondientes.
Por la "caja tonta", ese electrodoméstico fatigoso que nos invade las costumbres, salen en las más diversas y estupefacientes actitudes, luciendo, es un "entrecir", la larga lista de presuntas gracietas que nos hacen dudar, con alarmado estremecimiento, de que estén en sus cabales.
¿Qué está pasando? ¿De verdad sólo tenemos a esta recua de memos para que nos decidan el camino a seguir?
Subida de impuestos, bajada de impuestos, ¿cómo, entre tantos mensajes contradictorios y propuestas incumplidoras, nadie los obliga a reconocer, a confesar que un montón de ese dinero se despilfarra y funde en los gastos de una administración pública que, cuando no es corrupta, es tan miserablemente operativa y tan desenvuelta a la hora -- que son todas -- del parasitismo?
Tremendo los jueces de La Voz incapaces de distinguir a Guzmán cantando y tocando maravillosamente Señora Azul. Tampoco conocían, evidentemente, a Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán.
ResponderEliminar¿Jueces? ¿A quiénes tienen que juzgar?
Lamentablemente, una señal de los tiempos.
Para terminar, un poco de incorrección: Era aun mejor De piel trigueña.