lunes, 23 de septiembre de 2013

Enhorabuena a los amoldados

Desde que tengo esta memoria frágil de la que no alardeo para no ser un farolero sin base, sin ases; desde que me brotó, y me temo que temprano, esa cosa que llaman uso de razón, vengo encontrándome el mundo embridado, sometido a las convenciones, las normas, las listas de lo permitido y lo prohibido; lo aceptado, bendecido, aplaudido y, por el contrario, lo proscrito, condenado, lapidado. Esto se ve con facilidad, a poco que se mire.

Y pasa que es esta sociedad construida y “evolucionada” por la humanidad la que maneja el mundo de tal modo, a menudo decepcionante y agotador.

Podemos mirar en cualquier dirección y por doquier veremos las vallas, las reglas, las órdenes y, si es preciso, las coacciones.

Se encargan del programa los perros, los mayorales, los “propietarios” del cortijo y de la ganadería. Muy frecuentemente disfrazados de defensores de causas, etnias, ideas, minorías, derechos, buena actuación teatral, pero que el asunto siga lo mismo: ordeñados y ordeñadores.

A tal grado puede llegar la manipulación, que el desgraciado rebaño va aceptando como irreversibles, algunos hasta lo creen conveniente, las metas únicas propuestas, los mínimos y cicateros márgenes de disidencia, el cuento chino interminable del maniqueísmo político y social, toda esa cartulina fallera, lista para salir ardiendo en cuanto convenga.

Con deciros que, a lo tonto, ya hay germen de costumbre casi obligatoria de un texto (y sólo uno) diario en los “blogs”.

No me va a servir. Ni eso, ni las dos horas con parada de descanso preceptivo para los automovilistas, ni los dos litros diarios de agua, valiente forma de echar a perder el estómago, etc., etc.

Enhorabuena a los amoldados. Van a tener las cosas mucho más fáciles.

3 comentarios:

  1. Muy bueno.

    http://ortiworld.wordpress.com/2013/05/26/direccionamiento/

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  2. Esto es lo que hay, me rebelo? aunque no encuentre otro hombro para empujar?, ahora, en mi posición, es fácil, soy casi libre.

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  3. Sí, pequeño cafre, ¡uno por día! jaja

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