Desde que tengo esta memoria frágil de la que no alardeo
para no ser un farolero sin base, sin ases; desde que me brotó, y me temo que
temprano, esa cosa que llaman uso de razón, vengo encontrándome el mundo
embridado, sometido a las convenciones, las normas, las listas de lo permitido
y lo prohibido; lo aceptado, bendecido, aplaudido y, por el contrario, lo
proscrito, condenado, lapidado. Esto se ve con facilidad, a poco que se mire.
Y pasa que es esta sociedad construida y “evolucionada”
por la humanidad la que maneja el mundo de tal modo, a menudo decepcionante y
agotador.
Podemos mirar en cualquier dirección y por doquier
veremos las vallas, las reglas, las órdenes y, si es preciso, las coacciones.
Se encargan del programa los perros, los mayorales, los “propietarios”
del cortijo y de la ganadería. Muy frecuentemente disfrazados de defensores de
causas, etnias, ideas, minorías, derechos, buena actuación teatral, pero que el
asunto siga lo mismo: ordeñados y ordeñadores.
A tal grado puede llegar la manipulación, que el
desgraciado rebaño va aceptando como irreversibles, algunos hasta lo creen
conveniente, las metas únicas propuestas, los mínimos y cicateros márgenes de
disidencia, el cuento chino interminable del maniqueísmo político y social,
toda esa cartulina fallera, lista para salir ardiendo en cuanto convenga.
Con deciros que, a lo tonto, ya hay germen de costumbre
casi obligatoria de un texto (y sólo uno) diario en los “blogs”.
No me va a servir. Ni eso, ni las dos horas con parada de
descanso preceptivo para los automovilistas, ni los dos litros diarios de agua,
valiente forma de echar a perder el estómago, etc., etc.
Enhorabuena a los amoldados. Van a tener las cosas mucho
más fáciles.
Muy bueno.
ResponderEliminarhttp://ortiworld.wordpress.com/2013/05/26/direccionamiento/
Esto es lo que hay, me rebelo? aunque no encuentre otro hombro para empujar?, ahora, en mi posición, es fácil, soy casi libre.
ResponderEliminarSí, pequeño cafre, ¡uno por día! jaja
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