Si tus ruidosas campanitas son para dejar huella...
Porque Eróstrato, por cierto, pretendía algo así cuando incendió el templo de Diana; y el canalla que mató a Lennon, parece que también. Pero anda que tú...
LLamarte alma de cántaro sería
dar por derecha tu intención torcida.
Por el contrario, pocos en mi vida
he visto tan bellacos, a fe mía.
El morro te lo pisas cada paso
y es un traspie constante tu "gobierno":
saltimbanqui con tufos de "moderno"
y contorsión chivata de payaso.
El horizonte no está nada claro,
sometido al chantaje de esos socios
que te aprietan las tuercas con descaro
mirando solamente a su negocio.
Y contigo, pelele subalterno,
y la factura eléctrica este invierno,
¿a qué Santo hay que pedir amparo?
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