Por el cristal de una puerta del porche
un caracol hoy se pasea;
ha debido empezar esta noche:
a tal velocidad se marinea.
Va dejando un rastro transparente
su laboriosa y tenaz escalada.
¿Tendrá su periplo inconsciente
explicación o coartada?
Trepando como un presidente
escurridizo entre sus plagios,
¿es su horizonte afanosamente
este absorbente y lento adagio?
O del naufragio va escapando
con tanta lluvia por el jardín:
un poco a la chita callando,
incompetente figurín.
-- Ya estás divagando otra vez,
y muy voluble con las rimas.
Me parecías menos ecléctico
cuando escribías "Linda prima".
-- Puede que sí y, aunque no reniego
de aquellas leves escaramuzas,
hoy el juego son otros pliegos
con diferentes semifusas.
Pero, volviendo al caracol...
-- ... y a tu ironía de medusa.
Anda, deja la cornamusa
y sal, que también a ti
conviene que te dé el sol.
-- Di que sí.
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