Con las balas que quedaron disponibles después de "Mechanic..." (que se ve que no las terminaron todas), se hace "El Contable" cuyo protagonista es casi más letal que el otro, sujeto además de problemas neuronales y personalidad atormentada que no hay más que pedir.
Prodigiosamente metódico, su extraordinaria mente no sólo da para operaciones de cálculo infinito y una precisión con las armas fuera de serie, sino también para el austero rigor en las comidas, en la cubertería, en el ordenadísimo armario de la ropa, en el frío, inexpresivo, talante que apenas se enternece cuando la joven de turno (cherchez la femme) corre peligro y él se erige en su paladín.
La "peli" se deja ver; y aunque el hilo de la trama se preste a ocasionales y algo confusos desvíos, se pasa la tarde.
Y luego se merienda pan y chocolate, como cuando éramos chavales.
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