Por mucho que Rivera y su equipo repitan que sus socios o interlocutores preferentes son la gente del PP, que sí, que vale, los otros socios indispensables para formar gobiernos son la gente de Vox. Y ahí, con tanta displicencia melindrosa, con tanto alarde de "escrúpulos", con tanta afirmación imprudente y cursi, se va a ver lo que pasa.
La evidencia y el sentido común, son dos abultadísimas piedras en las que no conviene tropezar y, mucho menos, insistir en el traspié de manera que, a fuerza de complejos y para no dejarte remolcar o apuntalar por quien puede, te quedes con el culo al aire y haciendo el indio.
(Ojo: esta última es meramente una expresión, algo castiza ya, que no presupone desdoro alguno para tribus de donde fueren.)
Ocurre a menudo; y no se arregla con cobardías ni con mentiras enteras ni medias; ni esquivando las verdades del barquero, como ha habido ocasión reciente de comentar aquí, con diversos motivos.
Se oye con frecuencia esa frase de "hacer de la necesidad, virtud". Y sí, aunque bastaría con una digestión inteligente y madura de la realidad, por muy cuesta arriba que nos marque la trayectoria. Todo, menos cargarle al prójimo la cuenta -- ni las eventuales consecuencias -- de nuestras limitaciones, de nuestra dependencia, sean éstas del tamaño que sean.
Pero se ve que estos mozos están lejos de ser aventajados discípulos de Alekhine.
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