Gran aficionado a remover las aguas de los pantanos más turbios, el antes conocido como "Follonero" entrevistó al expulsado Sánchez, político que nunca nos decepciona.
Un Sánchez felón, macerado en sus rencores, que vomitó su temple de mal perdedor, prodigando falsedades, destapando torcidos pareceres y maniobras, y un "mal rollo" que dejó correr a raudales.
Si no fuera porque conviene que la gente se quite la careta (que, en su caso, no le quedaba mucho), habría sido una buena ocasión para citar aquello que dijo el Rey, ahora emérito, de ¿por qué no te callas?
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