Empezaste tu carrera muy joven y has desarrollado una
trayectoria ante la que sólo cabe la admiración. Jugar así de bien, esforzarte
al máximo, sostener una actitud ajena a la soberbia, son notas impecables, tío.
Estas tardes estás midiéndote con otros en tierra batida. Casualmente yo, que no
tengo ni idea de tu deporte, sí estoy familiarizado con dicha modalidad, muy
extendida en Majadahonda. Y, como de costumbre, tu actuación es ejemplar.
Aunque una cosa, ¿debería preocuparnos? Antes del
raquetazo van los “tics”: dos medias patadas de ajuste a la raqueta y una serie
de gestos que sucesivamente acomodan el fondillo del pantalón corto, estiran
las mangas de la camiseta que parecen incomodar a los hombros (¿no se podría
usar camiseta con “tirantas”?), rápidos movimientos que con insistencia atusan
la nariz, las patillas, una y otra vez, cada vez…
La psicología tiene vericuetos misteriosos. Tu mucha
concentración, tu quizá exceso de obsesionada práctica, hondo entrenamiento,
cabal y meritoria entrega…
Me incomoda un recuerdo, una asociación de ideas, vale
que algo excéntrica: ¿tendrá el asunto algo que ver con la conducta repetitiva,
como neurótica, de ciertos animales enjaulados, sometidos también a ALTA
PRESIÓN?
En cualquier caso… ¡¡bravo, enhorabuena!!
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