(que tan modosa cortesía y escrupulosa asepsia ha querido
exhibir hacia las elecciones recientes, y por ello la paciente espera y el aplazamiento
de fechas) comienza ahora el desfile de los altos capitostes de Andalucía para
que den alguna explicación del dinerísimo desviado con la “juerguecita” de los
ERES.
En Espejo Público acaban de proporcionarnos una clara
exposición de este asunto de clamoroso tamaño.
Como los capitostes que decimos (gente de singular temple
que asoma por la “tele” con una serena e incluso sonriente expresión de
inocencia que no nos cuadra) gozan de esa peculiaridad arbitraria y favoritista
que se llama aforamiento, veremos si
el Supremo aclara la cuestión o sirve de escandaloso y cómodo burladero.
Los meros espectadores, que de camino siempre lo pagamos
todo, vía impuestos, permanecemos tan afición
expectante como casi sosegados
estupefactos.
Una delicia de desfile va a ser éste, finalizados los de
la Semana Santa.
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