Superfluos me resultan 6 debates
para que nos repita sus mentiras:
que son cansinos su canto y su lira
y esa izquierdosa comparsa de orates.
No lo aguanta la gente.
La impenitente lista de sus fallos
es ya tan relevante y ruidosa
que ni los míseros de sus vasallos
se atreven a cargar con tanta losa.
Y aunque, inerte, le aplauda el
auditorio,
están flotando al aire los crespones
tenebrosos de un coro mortuorio
que siembra lutos en sus corazones.
-No
le diré que no a Vuesa Merced.
Mas
recuerde que siempre los vampiros
son
correosos y hasta en su “retiro”
no
se dan un respiro
cuando
se trata de saciar la sed.
-Pues
si rogando y con el mazo dando
ni
las balas de plata son bastantes,
¿habrá
que resignarse a lo de antes?
Que
Dios nos coja, entonces, confesados,
con
los deberes hechos y la firma
al
pie del documento de “enterado”.
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