lunes, 27 de marzo de 2023

No han de dolernos prendas

 

En animus iocandi solamente

(que es como el SÓLO que el acento lleva),

ayer en este “blog” se señalaba

la omisión de una “C”. No es cosa nueva,

que el alcalde de Vigo, el luminarias,

y Pepín Blanco, que el olvido ampara,

ya fueron pauta, alegoría clara

de esa “tendencia”, nada arancelaria.

 

Acodado en la banda

de babor o estribor, súbitamente

un vigía se asoma por Yolanda,

a defenderle el habla, mayormente.

Y por tranquilizar esa conciencia

que se apura en pruritos de censura,

a ese objetor se extiende esta cadencia:

Declaro sin ambages

que del oficio de escritor son gajes

que pueden ocurrir a la estructura;

y así mismo declaro

que dudo que haya oído más sensible

que el mío al dulce arrullo de Galicia,

tibia y tierna caricia.

Mas no con ello se vuelve plausible

el difuso objetivo de Sumar

que Díaz nos pretende encasquetar.

 

Hasta mañana, si Dios quiere.                           

1 comentario:

  1. Olé Don Rodrigo....pa'ponerle música!!!!
    Mi admiración

    ResponderEliminar