Cuando
la espontaneidad popular, con gracejo de excursionistas en autobús, acuñaba lo
de que “no hay pan para tanto chorizo”,
estaba asentando ya una realidad y adelantando de modo profético un fenómeno de
dimensiones difíciles de imaginar y que no termina.
Algunas
criaturas ni siquiera habían nacido cuando entonces, y ahora estarán a otras
cosas; pero puede que queden sobrevivientes con memoria. ¿Mariano Rubio, De la
Concha, Boyer, etc? “¿S’acordáis?” Claro
que lucían un empaque falsorro de postín aristocratizante que deja en poca
estatura al “Tito Berni”, más encardinado con el cutrerío hortera de Roldán, de
la PSV, del que tenía dinero “pa” asar una vaca, etc. Todo aquello, ya no
sabemos (o sí) con la dispensada distracción, la benevolencia de Felipe, líder
queridísimo.
“Troncos”
de un bando compartido y, alrededor de 30 añazos después, el chirrido de la
noria no es esencialmente distinto.
(No
has de preocuparte, “Tito Berni”: a Griñán quieren echarle un buen capote,
conque a ti…)
Mal
de muchos, consuelo de tontos, versión heráldica del “y tú, más”, vaya que son
también abundantes los ejemplos en la casa de “los otros”: que si Gürtel, que
si Bárcenas, y lo que se encarte.
Y
por en medio, desmoralizados, echados a perder con tan infames detalles, aquí
andamos, entre la decepción y el escepticismo, un montón de españoles atónitos con
esta incesante reedición de una farsa que siempre interpretan los peores. Qué
penita, “oyes”.
Así es Maestro y puestos a destacar en la élite de los"manguis"debe figurar el más regio y su mano derecha, (es un decir), y su hijo experto en pelotazos virtuales. Al Griñan bastante lleva con un carcinoma lento pero seguro.
ResponderEliminarSalud, suerte y un abrazo desde Aluche