El
sanedrín fariseo estalla en anatemas e improperios contra la entrada de VOX en
un gobierno autonómico.
Son
los mismos que, por el contrario, se revuelcan con placer ante el desgobierno
central, colcha de retales con separatistas, etarroides y rojeras variopintos.
En
la Biblia, a una caterva similar de falsos los llaman sepulcros blanqueados. Demasiado
literaria, la expresión es incapaz de camuflar, en la presente variedad, tanta
podredumbre como concierne a estos incoherentes de manual para quienes sólo
valen sus pactos, sólo son “olvidables” sus corrupciones y sus manejos.
Son
los escrupulositos del embudo. Qué majos. Qué inservibles.
Qué
mal digieren la realidad y la existencia de electores (los de VOX) que igual
están hartos de lo que PODEMOS “desoportar”, aunque ¿nos lo manda? Dios, acaso
como castigo de nuestros pecados.
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