domingo, 21 de marzo de 2021

Pasatiempo para un redactor desocupado

 

Abierto mirador contemplativo,

un claro cielo azul; las gaviotas,

dibujando su lento vuelo altivo,

vigilando lo que en la mar se mueve,

lo que a ras de las aguas se alborota.

 

Consentimos que el tiempo nos resbale

y erosione la vida y sus relieves

como un parsimonioso lenitivo

en el que casi nada y todo vale,

ya que el sueño es demasiado breve.

 

Verde el gramón, cúpula octogonal,

la vela blanca en esta barca quieta.

Arriba, la veleta

se oxida bajo el sol primaveral.

Cruza diagonal la solería

el compás raudo de una lagartija;

y es la tarde de un día

en que no me propongo idea fija.

Ningún metódico reloj a mano

mide las horas hoy en el jardín.

Y este “blog” artesano,

predominantemente cotidiano,

es, con Los Pekenikes,

algo embustero y algo bailarín.

 

Y desde aquí de nuevo reivindico

que están enfrente, por la mar “alante”,

Santo Domingo, Habana, Puerto Rico…

1 comentario:

  1. Celebro el hallazgo de su página, quizá tardío, derivado de la compra hoy en La Metralleta de un viejo vinilo de usted, con alguna raya, pero prometedor. Gracias por sus textos, que consultaré Dios mediante. Un saludo de Jesús Lillo.

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