martes, 25 de agosto de 2020

Con tan desatinadas normativas,

 

puede que se subleve,

que ya lo vamos viendo,

la parte más inquieta del rebaño,

por mor de un acre tufo de pastores

que urden sustos, que diseñan apaños,

metiéndonos a todos en un puño

el corazón que, encogido, nos queda.

 

Predicando mentiras y torpezas,

van los barandas que llamamos jefes;

dando bandazos con las decisiones,

ignaros y perplejos. Remolones.

 

Con esta panda desarticulada

que casi todo el tiempo

sólo ofrece el ejemplo

de soltarnos chorrada tras chorrada,

¿extraña que sintamos

que no son de fiar?

¿Que también como ellos,

 quieren volvernos locos

de atar?    

No hay comentarios:

Publicar un comentario