Hago mis borradores en el dorso
de unos folios ya previamente usados:
facturas, analíticas, extractos
de bancos, de hospitales del pasado;
de las liquidaciones disponibles
(que, en mi caso, prosiguen impasibles)
de "Intérpretes y Artistas", y de "Autores":
son los más inspirados y mejores.
Más por superstición que por ahorro
me niego por sistema a emborronar
tanto papel en blanco que recorro
habiendo tantas cosas que mirar.
O puede que proceda por contagio
del fino cordobés de Brazatortas
que en uno de sus célebres adagios
ha mentado también esa costumbre,
extendiendo el presagio
a una esfera especial de certidumbres.
El Hipocampo, mero aficionado,
tan aprendiz de tantos escritores,
se atreve apenas a pedir prestado
un céntimo de tales resplandores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario