Suponiendo que Ud. guste del cine lento, lento, lento, no tiene mas que pasarse a ver "La seducción", amplio y fecundo paradigma de dicha cualidad, a la que no salva ni el detalle de la estética en la ambientación, ni los brumosos, hermosos, entreverados haces de luz romántica y sugerente por los bosques y jardines, ni el estilo del señorío sureño y confederado en el trato educadísimo, ni la correspondiente y respetuosa amabilidad del cabo yanqui quien, elogioso y múltiple y oblicuo en la cautela ajedrecística de sus diversificados anzuelos, no se da cuenta, el muy infeliz, del temible destino que le aguarda en manos de esa afilada caterva de latentes arpías, de encandiladas féminas, catálogo vistoso y ominoso de tan reprimidas calenturas.
¿La Coppola no tenía nada mejor que hacer?
¡Como me la encuentre un día por Logroño...!
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