Con el café, centrifugado a mano,
me sobrepongo apenas cada tarde
a los duros rigores del verano:
sofá, sopor, televisión, ¡qué vida,
abstrusa sin alcohólicas bebidas!
Como siempre, la cosa está que arde.
El "parte" de la meteorología
de fuxias y de rojo tiñe el mapa
y es de temer que en todos estos días
en Béjar no se venda ni una capa.
¿Y diréis que acobarda a los turistas
el sol abrasador de estas jornadas?
¡Derretidos desfilan en manadas
como helados de menta y chocolate
los suicidas e intrépidos bañistas
gustosos con tamaño disparate!
No seré yo, en el porche sentado
quien, insensato, ceda a tal orgía,
mientras me quede alguna frigoría,
por el "split" Fujitsu aconsejado.
Pero si dijiste que gustoso me acompañarías en unos días, para que yo pudiera darme unos chapuzones.
ResponderEliminarYa te has arrepentido?