Injertado y recosido hasta ser una pavorosa y estrafalaria caricatura de sus propias mutaciones, Michael Jackson se nos muestra en el documental This is it en toda la vorágine de su frenesí rítmico e incansable.
Quizá el inconveniente mayor de las dotes de esta gran figura del espectáculo estriba, andando el tiempo, en los excesos con los que llegó a rizar su propio y finalmente amanerado rizo.
Consciente de su sabiduría y de su divismo (aunque la genialidad derive errática), es patético el visible esfuerzo que músicos y bailarines hacían en los ensayos y el montaje del "show" para intentar con ejemplar paciencia complacer al jefe y protagonista absoluto en sus ocasionales delirios.
Con tanta contorsión eléctrica y tan rigurosos y aun marciales/fascistas movimientos, casi no quedaba aliento para cantar las breves y sincopadísimas "melodías"; así que el asunto termina agotando y supongo que hasta el propio ZP lo encontraría discutido y discutible, claro.
Este artista, que nos deslumbró siendo un chaval, quizá tuvo la curva máxima en su etapa intermedia, antes de que acabara de subirse a esa parra que ya parecía una falla valenciana en plena combustión.
¿El lío es que de las vacas sagradas no se puede decir ni "mú"?
Pionono sí dice. Sin menoscabar en forma alguna su indudable talento ...jamás admitió que fuera coronado como Rey del Pop estando como están, vivos, los dos Sires: Mc,Cartney y Elton John. Y que el modernismo perdone a este pobre viejo....
ResponderEliminarSimilar me acaece con Madonna, reina, reina... ¿de qué? ¡No vive acaso Cristinita Hynde? ¿no es ella la Pretender?
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