Como de costumbre, el gobierno de turno compra la colaboración de la región de turno para sacar adelante una situación de fragilidad que es impepinable cuando se carece de la mayoría necesaria.
Ahora Rajoy repite la maniobra que también en el pasado llevaron a cabo los demás.
A esas componendas las llaman coyunturas políticas. Y puede que sean una timba de tahúres de gran tradición, pero están sirviendo para prolongar las desigualdades y para fomentar los abusos, los egoísmos y las tensiones disolventes cuyas inconvenientes consecuencias están a la vista de todos.
Los "inventos" de esa lacra de las autonomías y de los privilegios son las herramientas que harán estallar el mapa.
Qué gentuza.
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