lunes, 6 de febrero de 2017

La rotonda

Bien pudieran los "indignados" estarlo ahora con vosotros cuando (tras haberos arrogado, con la retórica de saldo de las consignas cutres y los manidos cuentos chinos, la representación de sus reivindicaciones y desesperaciones) al presente resultáis otro decadente e infumable ejemplo de competición entre infatuados protagonismos, zancadillas egoístas de manual de aprendices de brujo, catálogo de los más resabiados y añejos, casposos y apolillados vicios de todos los tiempos en los que hubo (que siempre hubo) trepas, listorros y "barandas".
¡Qué parche, tíos, defraudar a tanto personal iluso que os votó porque ibais a resolver los problemas!

Y "una mierda como una rotonda", vistosa expresión que he escuchado recientemente y que me parece de perlas para lo vuestro. 

1 comentario:

  1. Pionono, como el Hipocampo, asiste atónito al espectáculo. Así como en tiempos a Felipe se le pedía, medio de coña, "colócanos a tos", me da a mi que con estos la cosa va de veras

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