Aunque tuviera razón, a mucha gente no le gusta el cansado registrador, blanco de la intoxicación permanente de los equipos enemigos. Así que será difícil que salga adelante, muy cargado además con el lastre contagioso de tantos colegas que han resultado ser feroces depredadores del dinero, cayera quien cayese.
Aunque tuviese buena intención, no se fía del otro mucha otra gente, a la vista de su comportamiento de tunante navajero y oportunista, y fatalmente teñido como sucesor de eminentes exponentes de expolios realizados entre las más desvergonzadas retóricas populistas.
¿Qué nos queda? ¿Un modoso joven de refrescante loción "after shave"? ¿Un Rasputin de barba menor en el XXI?
Pongamos un pabellón en Fitur, a ver si algún incauto nos los compra.
-- ¿Y eso?
-- Soy un clásico.
-- ¡Ya, un clásico, tú! Que ya te he visto echarle guindilla a la fabada asturiana; y zamparte una tortilla española acompañada de un "cubata".
-- Eso no tiene nada que ver.
-- Ya, ya, menuda ciclogénesis estás tú hecho.
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