Señora Azul es el título de esa canción cuya música y
letra escribí en 1973 y estrené, con los compañeros, al año siguiente. Así
pues, cumple 40 de haber quedado, junto con “Sólo pienso en ti”, como buque
insignia de aquella formación que apasionados exagerados han calificado luego
de legendaria.
Los más fantasiosos y febriles alimentaron su antojadizo
desvarío de creer que Señora Azul era la metafórica crítica de la censura
franquista. Craso error que he desmentido las docenas de veces que se me pidió
la aclaración.
La vigencia que dicha canción conserva la habría hecho
hasta profética; es curioso porque sigo percibiendo todavía la torpeza de los
ignorantes, los insolentes, los insensibles, los incapaces de apreciar lo que
de verdad importa sin enredarse en hojarascas superfluas, y ello, a pesar de
tener disponibles las orientaciones y directrices pertinentes. Mas, ¿cómo era
aquello?: Ladran, luego cabalgamos.
Y es que la tronera de Internet, en la que tantos se han
vuelto fáciles tribunos, ha fomentado una eclosión, una marea de señoras
azules.
Señora Azul, frondosa sombra. Me dicen que, junto a otros
temas de mi autoría, todavía la interpretan en sus bolos los cantantes que me
secundaron en aquella lejana aventura, trufada de diferencias y divergencias.
Quizá yo debería dar por sentado que la crisis ha respetado la pureza de sus almas
artísticas y que, sin sucumbir a la avidez usurpadora, lo hacen constar así (a
lo de la autoría me refiero), cada vez, ante el público; y también, cómo no, al
cumplimentar las hojas de recaudación que proporciona la Sociedad General de
Autores, la SGAE, vamos.
A la canción que comentamos, le escribí una primera letra
que desestimé y que seguirá sellada en el
secreto aunque no sea un secreto
sagrado. Hoy la quemo.
(Esta anécdota, esta revelación puede ser cierta; o un
mero señuelo para soliviantar la concupiscente curiosidad de los morbosos.)
Hasta mañana, si Dios quiere.
Quizá uno nunca termine de rendirle cuentas al pasado por muy "legendario" que se vislumbre ahora, pero cuando ese legado musical ha sido tan importante para muchas vidas más o menos intensas, todo no queda en el olvido, más bien lo contrario. Es posible que no se vea confirmado por alguna dádiva procedente de derechos reservados pero sí por una gratitud inmensa que no por anónima es menos sentida.
ResponderEliminares una muy buena canción y nada mas.
ResponderEliminarMe consta que en los "bolos" de tus excompañeros, siempre que se interpreta cualquiera de tus composiciones así se hace constar. Lo de los papeles de la SGAE, no lo se. Soy un asiduo a dichos "bolos".
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