sábado, 27 de mayo de 2023

La breva que no cae

La casi unánime mediocridad de nuestros políticos no es tanta que no sepan cómo engañar/encandilar a las mayorías, de suyo manipulables por su relativamente escasa formación intelectual y principalmente concentradas y ocupadas en el cotidiano salir adelante.

Es precisamente por la utilidad del empujón de la masa, por lo que “conviene” mantener y prolongar este montaje de la “democracia contable” que valora por igual los votos de los electores, sólo en función de su cantidad. Con ese burdo criterio hemos ido llegando a la falsa conclusión de que por ahí vamos bien.

 

Semanas, meses de gallinero revuelto, saldos y promesas de última hora y tómbolas del cubo, y hasta a los buzones más escépticos y descreídos llegan las propagandas e incitaciones de los partidos políticos, siendo recibidas con un repelús de hastío y pasando de inmediato a la papelera.

El día que el personal escarmiente de tantas mentiras descaradas y repruebe e invalide las conductas de rebaño; el día que la abstención absoluta dejara obsoleto este cuento de estas cuentas pedestres…

-¿De qué utopía escribes hoy, Hipocampo?

-De la breva que no cae.          

          

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