jueves, 21 de abril de 2022

Monsieur le président

 

No sé qué infame asesor te hizo creer, Macron, que exhibir esa puerca, hirsuta pelambre pectoral aumentaría el número de tus fascinados y entontecidos seguidores.

Y tú mismo, ¡qué ciega vanidad te obnubila! Vale que tu “parienta” (o lo que sea) te encuentre atractivo a toda costa, que el amor o sus sucedáneos suelen tender a la más exagerada piedad y luego pasa lo que pasa.

Pero de ahí a soñar en el centro del ridículo que tu progresía se cotizará mejor con ese estilo de fotografías es errar con h y sin ella.

Despide al asesor, tío. Y repara en que De Gaulle se avergonzaría de ti; y en que si Marine -a la que en vano queréis reducir con los pedorros “cordones sanitarios”, todos contra ella- compite contigo es porque al menos la mitad de Francia ya está empachada de vuestros tibios catecismos, de vuestra charlatanería caduca, estéril y embustera, del timo de la estampita que tan de moda internacional se ha impuesto hace años y cuya inoperancia es el mejor timbre de gloria que abona vuestra idiotez maniobrera de payasos.

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