-- ¿Y se puede saber quién te ha inspirado tus ceremoniosos versos del "blog" de ayer? No me oriento...
-- No me extraña: por una parte, ya sé que la inauguración de tu nuevo restaurante absorbe toda tu atención y tu energía; y por otra, que no sigues mucho el rollo de la política.
-- La verdad es que el tema ya cansa. Pero dime.
-- Pues se trata de la ciudadana Gimeno, cuyo reciente nombramiento por la Montero ha removido algunas de sus pintorescas teorías sobre cómo llevar adelante la revolución sexual y otras no menos intrépidas zarandajas.
-- Me documentaré. Pasa que en ocasiones me resultas algo elusivo y oblicuo, y no sé bien de qué vas.
-- Pues anda que tú, con tus "palabros"...
-- No te referirás al estilo imaginativo, de remotas metáforas y circunloquios poéticos, que mis recetas de diseño exhiben en la "carta".
-- Y en el "menú"; a eso iba. Y luego, mucho cuento, una comidita que parece una muestra, servida en un plato enorme que parece un "ovni", con ramitas de perejil, cilantro o cualquier cosa de colorines que se te ocurre.
-- Es la moda, ahora va así la gastronomía.
-- Y la política, ya te digo.
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