En la remesa de "pelis" más o menos americanas que viene exhibiendo la cartelera estos días de evasión, y que siempre se agradece para huir de la doméstica mediocridad de "nuestras" producciones, y de las memeces del cine +ficción+comic+desafueros que otro tanto abundan, hay un pálpito como de recuperación de esos veteranos que permanecen y que dan al oficio el acabado auténtico que otrora solía ofrecérsenos.
Es natural que ese sesgo incorpore una cierta reiteración y que los temas, revisados, y los responsables de ellos tampoco sean todos de un mismo nivel. Y así, mientras "Creed II-la leyenda de Rocky" apenas es una secuela de la trillada saga, impecablemente rutinaria y ya más que agotada, que Stallone resuelve con un notorio cansancio de limón exprimidísimo, Redford en cambio consigue que el personaje del atracador con encanto y buenas maneras vuelva a dar juego y que El señor mayor y la pistola ("The old man & the gun"), o El viejo con el arma de fuego, que ya es traducir, se deje ver entre la sonrisa y la comprensión de que la afición, la vocación y la profesión, como la procesión, pueden ir por dentro, y por fuera, y proporcionar al espectador unas razonables y no menos aceptables tardes de cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario