Por
muy en Babia que se esté, es evidente que el SISTEMA tiene demasiados agujeros
y no sirve ya, a pesar de los infinitos intereses creados que procurarán
perpetuarlo.
Señal,
entre muchas, de esta realidad es el revuelo creciente que se viene armando con
la postura de conspicuos “youtubers”, resueltos a defenderse de las dentelladas
salvajes que reparte la Hacienda pública.
¿Llamarlos
egoístas e insolidarios sólo a ellos? ¿Qué hay de los miles de españoles que
emigran a otros lares donde se les reconoce y retribuye y respalda debidamente?:
los médicos, los científicos, investigadores en las más variadas disciplinas,
decepcionados y lastrados con nuestro canijo I+D+I…
Puede
que el móvil (y no me refiero al teléfono) de esos “youtubers” sea mayormente
económico. Pero de camino, para su protesta, su resistencia, su denuncia, les
da argumentos este falso y despilfarrador ESTADO DEL BIENESTAR (que tanto
camufla los mangoneos más enloquecidos del dinero) en cuya estructura hay
muchísima gente que para nada ESTÁ BIEN; que se escaparía si pudiera, por mucho
barniz hipócrita que le pongamos al fuero interno. Un BIENESTAR en cuyas
injusticias y desigualdades desde luego ESTÁN BIEN los mentirosos y estafadores
que manejan el guiñol, los auténticos listillos de la política, beneficiarios
de las arbitrariedades y los abusos de este poder que cacarea de “transparencia”
y representatividad democrática, menudo cuento.
Pero
se les ha ido de las manos esta sociedad que con ritmo vertiginoso modifican la
tecnología, la imposibilidad de poner puertas al campo y la desenvoltura joven
de estos rebeldes a los que esa misma sociedad, caduca y renqueante, arma con
más causas que clavos ardiendo.
Veremos
qué pasa.
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