-Malo, no: “lo siguiente”.
-Mucha televisión estás trasegando.
-Vaya. La idea, ya parece que hace
siglos, era que con ese electrodoméstico estaríamos al tanto de la actualidad y
de la marcha del mundo. Pero…
-… se ha vuelto el altavoz de todas las
mentiras y las manipulaciones. O sea que…
-… no me fío de las vacunas yo tampoco.
-Y la burbuja personal, ¿algo soluciona?
-Dices tú de burbuja. Ayer hablé por el
teléfono fijo con J.T. y él llama a la suya “la mina”, que es como una versión
subterránea y asturleonesa. Pero me suena que todas son recurso entre
comportamiento de avestruz y morfina semicaducada.
-Optimista como siempre, ¿eh?
-A tope. Es por contagio de la algarabía
de dicha frenética que ruidosamente muestran los agraciados de la lotería.
-Las penas, con pan son menos.
-Y con automóviles de lujo; si no, que se
lo digan a los de Dubai.
-Bueno. ¿Feliz Navidad?
-¡Ufff!
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