Un resplandor velado en las palabras
con un apenas son libidinoso;
unas gotas de fiebre en las miradas
y un anticipo mínimo de gozo.
La piel y las señales
de una remota danza de vestales.
Y el amor insistido
en querencia y cuerpo conocidos.
¿Y dicen que los tiempos del deseo
-- cerebro y corazón -- se desvanecen?
Entonces, ¿cómo esta pasión por ti,
a fuego lento viene, y permanece?
🤎
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