Como una alergia leve
me contagia tu llanto:
¿simpatía, empatía?
Sabes que últimamente
ya casi nunca canto.
Y con todo, en los huesos...
... ¿cómo te lo diría?
¿Se infiltra? (¡qué palabra,
académica y fría!)
¿Quién podría explicar
a fondo la emoción,
el símbolo, el llavero
del medio corazón?
Te escribo.
Mide el tiempo un reloj
de sol, de arena o cuarzo.
Que nada me acobarde.
Que el desayuno aguarde
tu despertar diario.
Que, desde marzo a marzo,
siempre nos sean propicios
todos los calendarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario