Porque, en su caso, desde niño aprendió las definiciones
clásicas, las enseñanzas impartidas por el Conservatorio de Música y
Declamación de Sevilla, que era éste su nombre más verdadero y enjundioso, no
manipulado por miserias, politiqueos y componendas de presuntos méritos,
chauvinismos o a saber qué.
“La música es el arte de combinar los sonidos y esto con
el tiempo.”
“Las cualidades del sonido son: tono o altura, intensidad
y timbre.”
Por la vida se pasa con la ilusa e ilusionante sensación
de que todo va, e irá, bien. Absortos en nuestros días sucesivos o, los más
ambiciosos, luchando por conseguir los diversos jamones de las varias cucañas,
meses, años, décadas, ahí va la cosa. Y mientras…
Soterradamente el laborioso tiempo incansable va matizando,
erosionando, gastando, esto no es más que poner, ir poniendo, gerundios.
Y viene una racha en que asoman las señales, veladas
primero, luego de creciente claridad.
Desde luego que el mar, al lado, aun cariñoso, fue
amortiguando determinadas frecuencias; pero al cabo fue evidente que iba
perdiendo audición.
Uds. ya lo habrán observado: si oyes menos por el
izquierdo que por el derecho, curiosamente siempre oyes más por el derecho que
por el izquierdo, mecanismo que puede darse en otra persona, justo a la
inversa; y reconforta comprobar, en estos tiempos de peligrosa mudanza, con cuánta estabilidad se mantiene invariable
la experiencia.
Le dio un poco de risa, la reflexión, mientras en la
tarde nublada, apenas iba trazando, entreviendo la estrategia inmediata a
seguir.
Leerte es detener el tiempo de los días cotidianos y encontrar un rato de paz mental. Además, a veces nos traes vientos de Cádiz y me recuerdas las ganas que tengo de volver a La Barrosa a recargar pilas. Gracias por tus reflexiones!!!
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