-¿Y piensan que al paciente,
lego y profano y por demás sufriente,
la información del impreso que ayer
por aquí se glosaba
le resulta precisa, suficiente?
-¿Pues qué detalles, para Vuesa Merced,
servirían acaso de mejora?
-La mención del azúcar y la sal
que escandalosamente brilla por su
ausencia;
el suponer con temeraria guasa
y discutible ciencia
que omitirá el paciente la mostaza
en la dieta ordenada; que el tabasco
así mismo continuará en su frasco
cual si fuese el peor de los venenos…
-Desconcertado estáis, no es para menos…
-Y ¿qué es eso de los “Líquidos claros”
que, en cambio, expresamente se
autorizan?
¿Son agua de colonia, vino blanco?
¡Pardiez, que no es asunto que dé risa
impreso tan ambiguo y cojitranco!
Querido maestro: No me digas que eres bisoño en estas lides, tan corrientes como indeseadas y frecuentes a esta edad tan seria . Con todo, no debes perderte el prospecto de la prueba de heces, algo escatológico pero muy de Berlanga. Y no te digo en una cistoscopia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo desde Aluche.
La enfermera preguntó a Pionono si había respetado la prescripción de no ingerir sólido alguno desde las nueve de la noche anterior. La respuesta fue: "Por supuesto, sólo tomé dos whiskis con hielo y agua". Ella acusó espanto, pero el Doctor, pícaramente, sonrío y dijo: "Líquidos son, donde está el problema". ¡Suerte en la faena, Maestro!
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