Junto
a la alta templanza de quien viene siendo, fíjate, tu señor natural…
…
tu cobardía, ayer, no conseguía impedir la rechifla de pitos y abucheos que tu
reiterada conducta merece.
Porque
ningún renglón falte en ese catálogo de miserias que de modo contumaz exhibes,
fuiste deliberadamente impuntual: fuiste una criada respondona “cum laude” en mala educación e
insolencia.
Fuiste esa malévola mierdecilla que sabemos que eres y a la que (los tiempos son otros y no digamos la talla) nadie se va a tomar la molestia de mandar el clásico recado desde una azotea.
Que esa suerte, al menos, siga acompañándote. Tú, tranquilo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario