Jamás me atrevería,
contemplando tus modos y tu trato,
a compararte con un Viriato;
que más bien yo diría
que, cual Sinón en la "Troya abrasada"
(y especialista de tiempo completo
en zurdas preferencias trasnochadas),
nos vienes enseñando
tus híbridos manejos, tu apetito,
con los cuales a ese Jefe en aprietos
perderasle el respeto
dándole un día por el traserito.
En el presente estás de negociante
preparando el Caballo de madera
con la ayuda de esotro nigromante,
también republicano, Oriol Junqueras.
Que el vulgo, confundido de juicio,
secunda tu ordinaria demagogia;
y, enconada, aplaude tu artificio
la banda de palmeros que te elogia.
¿Satisfará el rencor de tus antojos
un rumbo parecido al de Maduro,
un matadero lleno de despojos?
Cuéntanos, Hamelín, después que acabes
de organizar el máximo estropicio,
¿intentarás quemar todas las naves?
Y al empujar al vigente esperpento,
¿llegará tu momento
de hacerte presidente vitalicio?
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