Cuando Shelton escribía "the persians, famous for archers" en su lengua inglesa y, en la dulce de Italia, Franciosini exponía la correspondiente "i persi, in archi et freccie segnalati", estaban lejos de referirse al o de anticipar el dardo certerísimo con el que te ha bajado de tu inventada e inexistente moto el zumbón miembro del PP que (en tu cara contrariada y contraída con el típico rictus de desagrado, avinagrado y fingidamente impermeable a la burla) te espetó aquel españolazo que ha debido escocerte, Quim, tío.
Lo dramático, lo patético de tu caso es el encaje imposible de tus paranoias, de esa lamentable bipolaridad en que cristaliza el ridículo de tus afantasmados propósitos. Aquello que la fatalidad te hace ser, tan a tu pesar, con los pocos pros y muchas contras que te han tocado en el sorteo.
Ya sabes lo del tango: Contra el Destino nadie la talla...
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