Volvemos
hoy a felicitar a Canal Sur TV, custodios de la presencia en “medios” de lo
taurino, por la espectacular, brillante transmisión de la “Corrida Magallanesca”
(sic) celebrada en Sanlúcar de Barrameda, lugar gaditano de predilecciones,
señorío y arte que, en el insólito ruedo, barreras, etc. adornados para la
ocasión; en el público atento y aficionado; en los atuendos de época de diestros
y subalternos, incluso, ya algo pasados de rosca, alguacilillos, se manifestó
para conmemorar gesta naval y expedicionaria de valiente y heroico, admirable empuje.
Y
para poner de relieve que, pese animalistas y otros ñoños o no que sean, la
fiesta de los toros conserva pujanza, belleza y hondura de raíces para que, al
menos en Andalucía, se preserve lo mucho que tiene de patrimonio, tradición,
cultura (sí, cultura verdadera, no administrativa ni escalafonaria, ni
caprichosamente ideologizada y “progre”, subvencionada a mayor gloria de los
tontos mandamases de turno). Lo que tiene, y mucho, de emoción.
Soberbios
los ejemplares de Miura -uno, se indultó con notorios merecimientos- para no
olvidar según qué hilos ancestrales, qué ritos milenarios, qué símbolos de
sangre y sacrificios sagrados, a salvo y al margen de la rutinaria vulgaridad
que inunda casi siempre la “tele”, para adormecer con mediocridades anestésicas
la mente ya inerme del espectador.
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