De
camino que se suprimen algunos peajes en las autopistas, los “ocurrentes”
plantean un sablazo novedoso para todas las carreteras.
Fingiendo
con malicia el olvido del impuesto de circulación, que ya les vale, el argumento
es que la “fiesta” la paguen los usuarios, y sólo ellos; y entonces (¿no?) convendrá
hacerlo extensivo a detallitos como la educación, quedando su coste solamente a
cargo de los estudiantes y de quienes (progenitores, tutores) tendrán que salir
al quite. Por otra parte, el gasto en jueces, etc., corran con ello únicamente
los que pleiteen; el de los bomberos, sólo el día del incendio y así sucesivamente.
El
argumento
da para más. Considérese.
Y
considérese también que no será preciso tanto chuleo fiscal, que con menos
dinero recaudado a lo loco irá todo mejor, siempre que la decencia rija la
administración y no el consabido y delincuente despilfarro de los mandamases.
-¿Y no te parece que esos “ocurrentes”
son unos mierdas?
-Va a ser que sí.
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